Suele suceder, con el paso de los días llega la fecha que nos indica el final, también el comienzo, de un ciclo natural y por demás comprometido. Un año más de vida. Un año en el que se han gestado proyectos, además de generado nuevas realidades para nuestra empresa de realización audiovisual: Digital Media y Cinema SAS.
Trabajamos como locos durante todo el año (fuimos varios en el equipo de trabajo), atisbamos oportunidades y presentamos propuestas que, lamentablemente, este año no fueron ganadoras... quizá en el futuro y luego del respectivo análisis y trabajo en corrección lo sean; al finalizar esta nota son varios los proyectos en desarrollo que merecen ese nombre, justamente por su desarrollo, por ser mucho más que una idea, por concretar en documentos un proceso juicioso que seguiremos nutriendo hasta la próxima convocatoria. Seguro que no los olvidaremos.
Pero hoy, con todo ese año a mis espaldas, siento la necesidad de ejercer otro compromiso, el de producir, el de asumir el plató nuevamente, independientemente de la posibilidad de encontrar recursos en alguno de esos Fondos que hasta ahora se muestran esquivos, de enfrentar nuevamente al monstruo de las mil cabezas, de probarme y probar a mi equipo con una propuesta nueva, en la que hemos trabajado durante el último año, y hacerlo por la sola necesidad de vivir.
Pronto tendrán noticias mías y de Digital Media y Cinema SAS, hasta entonces.
